miércoles, 13 de junio de 2007

Ensayos


Son cientos de ellos, amontonados esperando a que los lea... uno por uno. Lo obsesiva compulsiva no se me quitará jamás, por lo tanto, sé (asumidamente) que ahí empieza lo primero. Mañana me levantaré y probablemente, como casi todos los días, me costará un mundo estirarme para que se me quite la modorra. Trataré de hacer leso al reloj, pero mi reloj me molestará como un mosquito hasta que me levante. De ahí, sí, la pastilla que no debo olvidar de la tiroide (para que funcione y cumpla ese rol de hacerme sentir que tengo hormonas para algo!!! diantres!). El sólo hecho de pensar poner mis pies en las pantuflas, dirigirme al baño, buscar un vasito de agua y morir de frío en el intento me hacen titubear - bueno, como siempre ¿cuál es la novedad? - de mi resolución interna.
Llegados los minutos necesarios (diremos minutos para presumir responsabilidad), me mojo la cara, lavo mis dientes, cojo el diario, leo - pero alguien no me dijo que la estufa no estaba prendida abajo!!! - y bajo la escalera. Mientras, la Naty me mueve la cola compulsivamente, no sé si quiere orinar o simplemente subirse a mis piernas para regalonear un rato como buena perragata que es.
Mi mamá probablemente no estará, así que miro la cocina con cara de hum! no hay leche. Tengo que ingeniármelas para abrir cereales, aguar el yogurt, pelar con mucha flojera la fruta (rica por cierto... las manzanas Fuji la llevan!), y mezclar todo. El deleite no está en comer, sino en subir nuevamente la escalera, buscar mi pc, mis lentes, bajar con ellos, leer, escuchar música, tomar desayuno, y sentir que algo está comenzando con el pie derecho, por mucho que mi lado de la cama sea el izquierdo... lo sé, es metáfora.
Así que, de ahí, se suman las cosas cotidianas, las sorpresas (llamadas telefónicas de todo tipo: laborales, para mi papá, mi mamá, que es mi tata, que alguien se equivocó de número, llamadas a mi celular, la señora de las plantas que quiere copuchar un rato con mi mamá, y como no está ella, aprovecha y me larga la historia terrible de su vida, y ahí, estoy, media hora más, intentando quizás... digo quizás, ojo!, subir para bañarme), actividades que debo y no debo hacer, etc.

Cómo llegué hasta esta situación?, ah sí!... LOS ENSAYOS me llaman a leerlos, uno por uno

5 comentarios:

Leonardo López Orozco dijo...

como buena recomendacion te escribo mientras escucho a Jamie Cullum, nunca esta demas buena musica en esta vida, mucho menos para escribir.
Es tan notable la descripcion de lo que es la mañana de cualquier mortal sin animos de levantarse, lo que es yo, siempre me levanto por el lado izquierdo, solamente porque es el que tiene mas espacio para hacerlo, y la verdad es que lo primero que hago es prender mi estufa a control remoto para despues siquiera aparecerme de debajo de las frazadas.
Sujeto sin trabajo estable aun, asique creo que paso la mitad de la mañana en pijama, recibiendo mail, mandando las cosas que me dio frio mandar la noche anterior, y dios mio, ojala no sonara el telefono, pero el maldito igual lo hace.
en fin. la verdad es que si unno no se levantara seria mas feliz, pero en mi caso el computador me quedaria relativamente lejos.
Mientras escucho y lamento jamás tener una voz para cantar un jazz o un blues, y si bien la unica esperanza es tocar algun instrumento que le haga el peso, el unnico que me agradaria seria el saxo...que lamentablemente es un poquito caro. bueno, en fin, no tenía idea que no podías tomar cafeína, mi vida estaría condenada con ese hecho, al igual que si me dieran jaquecas cronicas, pero bueno, por ultimo un tecito.
Voy a seguir leyendo para atras... a cer si me encuentro con algo para poner la opinion tambien...nunca se sabe.
Abrazos!

Leonardo López Orozco dijo...

upps.. creo que me excedi...pero perdoname porque es el primero, ya?
:P

Rocío dijo...

perdonado... no te preocupes

un tecito a las finas hierbas estaría bueno porque o sino también sufríria por la teína
jajaja en fin

así es no más po


chau

Stratus dijo...

Bueno bueno, la pega se acumula, la pega es harta, pero la gracia está en el fin alturista de cumplir con la misma. Piensa en el beneficio que lograrás para cada uno de esos estudiantes al corregirles su manera de comuncar las cosas. Yo particularmente no me siento muy hábil en la materia, y me hubiera encatado tener una profesora como tu que me ayudase a depurar en mi tal arte.

Un buen relato de la cotidaneidad.
le doy cuatro sillones de lectura y una Palomita Blanca.

Rocío dijo...

jajajajaj

eres un preciado crítico que se esconde tras la imagen de ingeniero ocupado... pero uf! lees y masticas. Devoras, eso me agrada más aún, igual que yo, los textos


ay de estos sinsabores

gracias por el original post

beso